Una nueva forma de devaluación de la mujer, en donde la mujer se ofrece en publico como una mecancia de intercambio entre hombres que quedan por internet, no muy diferente al uber o el airbnb de las mujeres, usas tu mujer como mercancia y la intercambias por otra mujer de otro hombre, no inetrmedia el dinero sino algo muchisimo peor: la depravacion del macho que odia a las mujeres por ser mujeres y solo las ve como un objeto de satisfacion de sus instintos mas bajos.
Las autoridades deberían de tomar cartas en el asunto y cerrar todas las webs de contactos de cruising del mismo modo que se han prohibido el resto de contactos profesionales. La mujer no es una mercancia, ni pagando con tu dinero ni con la mujer de otro.