A ver: hay que empezar por la respuesta obvia: denuncian más por malos tratos a los maltratadores. Pero lo malo del asunto, y mi trabajo me ha llevado a saber muchas cosas sobre ello, es que hay otras muchas variables que conviene conocer sobre este asunto. La variable ser culpable o no es importante, pero no es la única.
-1- Denuncian más a hombres con hijos. Porque resulta que en muchos casos el objetivo de esa denuncia es poder utilizar las visitas a los hijos como moneda de cambio para algún otro tema. la denuncias por malos tratos imposibilita al denunciante para pedir la custodia compartida, pro lo que es muy útil en determinados casos. Y lo útil, abunda.
-2- Denuncian más a los tíos con dinero. Si existe una posibilidad de sacar una cantidad jugosa a cambio de retirar la denuncia o no comparecer en el juicio, o descargar la acusación, entonces la probabilidad de denuncia es mucho mayor. Funciona un poco como en el acoso sexual, un delito que, como ya os habréis fijado, los pobres casi nunca cometen a juzgar por la frecuencia de las denuncias que reciben.
-3-Denuncian más a la gente con estudios. Esta estadística me la pasó un colegio de abogados y no he sabido interpretarla del todo. Según me dice una abogada, la idea última reside en utilizar la denuncia como una forma de terror, y parece ser que a la gente con estudios le da más miedo ingresar en prisión, aunque sea por unas noches, que a la gente sin ellos. Yo tengo grandes dudas al respecto, pero lo comparto con vosotros a ver qué os parece.
-4-Denuncian más a los menos violentos. Este es un tema muy duro, pero así es la naturaleza humana. La mujer que tiene miedo, se lo piensa cuarenta veces antes de denunciar. De hecho, denuncia después de haber sufrido MUCHAS veces los malos tratos. En cambio, cuando el varón es pacífico y la mujer NO TIENE MIEDO, la probabilidad de una denuncia es mucho más alta, antes incluso del primer episodio doméstico, y con la única finalidad de obtener condiciones más ventajosas en la separación, en la custodia de los hijos, o como simple venganza por una infidelidad, etc. Es fácil de entender, aunque poco edificante: denunciar a una persona violenta puede tener un coste muy elevado. Denunciar a un pobre pringado, no tiene coste, deja beneficios y la satisfacción de ver sufrir al otro, razón última de una parte de estas denuncias.
Así que ya lo sabéis. Para evitar graves problemas con este asunto, nada de pegar a una mujer, en primer lugar. Y en cualquier caso, aunque no lo hayáis hecho, nada de niños, ni un puto duro, trabajo no cualificado, y que tenga más miedo que tú.
Obviamente no va en serio, pero manda cojones las cosas que prescribe la lógica...
Qué tiempos aquellos en que sólo odiábamos a nuestros enemigos...