Por cierto, y aprovechando que estamos últimamente tan dignos y que hacemos lo moralmente correcto, creo que es el momento de recordar que aún no ha cerrado la prisión de Guantánamo, donde un número indeterminado de hombres siguen detenidos indefinidamente, sin juicio, y muy probablemente sometidos a torturas, según diversas organizaciones humanitarias. Y ya son más de veinte años.
¿Cuánto tiempo hacía que no habíais oído hablar de este tema? Demasiado, seguramente. Porque ahora no toca, ¿verdad? Pues no estoy de acuerdo.
En general, soy poco amigo de argumentos del tipo "y tú más" o de lavar una mierda con aroma de otra. De hecho, nunca se lava una mierda con otra. Sin embargo, cualquiera que tenga las mínimas nociones de sociología, sabe que hay momentos más oportunos y más inoportunos para traer a colación ciertas cosas, y por eso mismo creo que este es el momento perfecto para intentar que se cierre esa prisión de la vergüenza y se ponga en libertad, o se juzgue, a los últimos prisioneros.
Justamente ahora es el momento de hablar de esto. Y de Julian Assange. Puede que ahora, en la balanza de quienessostieen estas cosas, pese más la necesidad de lavar la colada propia que el viejo argumento del miedo o el rencor.
Ahora es cuando toca.