El 28 de junio de 2005 se lanza Yahoo Respuestas. Supongo que no hará falta explicar lo que es pero por si las moscas: es un servicio permite formular preguntas que serán respondidas por los propios usuarios en la web.
¿Cómo te quedas si te digo que ya en el siglo XIX existía una especie de Yahoo Respuestas en España? Lógicamente, por aquel entonces no existía internet pero gracias a las cartas y a publicaciones como El Averiguador fue posible dar respuestas a las preguntas hechas por los curiosos españoles de aquella época.
Así era El Averiguador
El 1 de diciembre 1867 nacía El averiguador como un “semanario de artes y ciencias y medio de comunicación entre los curiosos y aficionados a toda clase de conocimientos”. Desde ese momento, cada domingo los lectores y suscriptores podían leer las preguntas formuladas y las respuestas que le habían dado a las mismas, con un único límite en sus contenidos: nada de cuestiones religiosas o políticas.
La forma de poder hacerse partícipe de esta publicación era bastante sencilla: había que enviar por carta la pregunta o la respuesta a la pregunta que otros habían formulado con anterioridad al director de El Averiguador, todas ellas firmadas (aunque se publicaban de forma anónima si así se deseaba).
El precio de la suscripción variaba en función del tiempo del periodo de la suscripción y el lugar en el que quisieras recibir la revista. Eso sí, el pago siempre por adelantado. Incluso en algunos números su portada se dedicaba a recordarle a los suscriptores que se pusieran al corriente con los pagos o no les llegarían los próximos números. A continuación podéis ver los precios de la suscripción y las condiciones de la misma.
Tras el fin de El Averiguador llega el Averiguador Universal
El Averiguador Universal fue dirigido por José María Sbarbi y Osuna y fue editado en Madrid entre el 15 de enero de 1879 y el 31 de diciembre de 1882 con una periodicidad quincenal.
Sigue la misma estructura de secciones que su predecesora: preguntas, respuestas y curiosidades (en la que se incluyen textos y documentos históricos, noticias, descubrimientos, novedades y textos de creación literaria... Incluso llega a incluir secciones como Movimiento artístico en la que se podía ofrecer la compra, venta o cambio de cuadros o cualquier tipo de arte y Movimiento bibliográfico para facilitar la venta o el cambio de libros entre sus suscriptores y hablar sobre los libros que llegan a la redacción de la revista.
Tras 96 números, en 1882 anunció su suspensión durante el año 1883 pero no sin ofrecer a cambio a sus suscriptores hacerles llegar el Album Tersiano con el motivo del tercer centenario consagrado a Santa Teresa de Jesus.
Puedes leer más ejemplares de El Averiguador y El Averiguador Universal en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.