Suena a entrenador de fútbol, o a cantante melódico pero no: Tabaré Vázquez es un político uruguayo que ha fallecido este domingo a causa de un cáncer. Fue presidente del país dos veces por el Frente Amplio, la primera entre 2005 y 2010 tras desalojar al poder a la derecha uruguaya después de décadas y la segunda entre 2015 y 2020 sucediendo a Pepe Mujica.
A diferencia de este último, Tabaré Vázquez no era un personaje mediático: discreto, reservado y un poco tímido se parecía mucho más al perfil del uruguayo medio. Y, sin embargo, Vázquez fue probablemente el político más importante, en términos de logros obtenidos, que ha habido en América Latina en lo que llevamos del siglo XXI. Os cuento, en cuatro ejemplos, el porqué:
1) Una reforma tributaria pionera en el continente.
En España hemos aceptado plenamente el sistema fiscal progresivo, basado en el concepto "quien más tiene, más paga". En América Latina, sin embargo, solo hay tres países que apliquen un impuesto a la renta personal (IRPF) con eficacia: México, Chile y, el pionero, Uruguay. Efectivamente, en 2007 el gobierno de Tabaré Vázquez rompió un tabú potentísimo de la región más desigual del mundo aprobando una reforma fiscal de inspiración nórdica y carácter dual que se tradujo en la aplicación del IRPF y, en consecuencia, en una redistribución de la renta que permitió las otras tres medidas que veremos a continuación. No fue, ojo, algo fácil: si en España leemos todo tipo de apocalípticas profecías porque se plantea subirles un punto o dos a las rentas altas, imaginad lo que fue en estas latitudes mandatar por ley que los ricos iban a contribuir más que los pobres: una verdadera revolución.
2) Plan Ceibal: alfabetización digital para todos los niños uruguayos.
El ceibal es un árbol, grande y que da mucha sombra; también es el nombre de un programa absolutamente disruptivo que el gobierno de Tabaré Vázquez fundó en 2007, consistente en dotar a cada niño con un ordenador portátil desde los cuatro años de edad y hasta los 18 que terminen el ciclo de secundaria, como herramienta para un universo virtual educativo insertado en el sistema escolar normal. Ceibal es un enorme repositorio de cursos online, actividades complementarias, una biblioteca virtual de primer nivel con decenas de miles de títulos, aulas virtuales, herramientas docentes o sistemas de aprendizaje en español e inglés que han revolucionado el sistema educativo uruguayo y que, como os podréis imaginar, ha hecho que el confinamiento no haya parado las clases (algo que en España, por desgracia, hemos estado muy lejos de conseguir).
Sin embargo, en mi opinión, la importancia de Ceibal es mayor en otro sentido: ha sito también una herramienta tremenda de inclusión. Porque cuando un niño pobre, con una familia pobre, que vive en una infravivienda tiene una tablet y acceso gratuito a internet se le abre el mundo, a él y a sus padres. Las imágenes habituales en Uruguay de escolares sentados en plazas haciendo la tarea usando el wifi gratis, o jugando entre ellos ejemplifican un logro de enorme calado.
3) El MIDES: un símbolo de la mayor reducción de pobreza del siglo XXI.
Es el Ministerio de Desarrollo Social y fue de las primeras cosas que hizo el gobierno de Vázquez, que en 2005 asumió un país destrozado por la gran crisis de 2003, con cifras africanas de pobreza en el que la imagen de niños viviendo y pasando hambre en las calles eran habituales. El MIDES vehiculó una intervención de emergencia que bajó la pobreza y la pobreza extrema desde el 40% de la población a menos del 9. Implementó políticas sociales de apoyo a colectivos desfavorecidos, reforzó la atención en barrios y pueblos del interior y proporcionó -con todas las limitaciones que se quieran- un apoyo decisivo para que decenas de miles de personas pudieran estudiar, trabajar, dormir bajo techo o comer caliente todos los días. El resultado es que hoy Uruguay y su capital, Montevideo, no tienen nada que ver en cuanto a pobreza no ya con Centroamérica, sino con Argentina o Brasil: políticas públicas para atajar una lacra inasumible para cualquier sociedad.
4) De salvar miles de vidas prohibiendo.
Tabaré Vázquez era oncólogo y sabía muy bien qué significaba el cáncer. Su padre y sus hermanos habían fallecido por uno y él también terminó sucumbiendo a un tumor. Estaba decidido a reducir el impacto que la enfermedad tenía en la sociedad uruguaya y para ello, en 2006, su gobierno aprobó una Ley Antitabaco similar a la que hicimos en España...en 2011. Prohibió fumar en espacios públicos y en ámbitos cerrados y con ello logró una reducción drástica del tabaquismo y de sus enfermedades asociadas, salvando miles de vidas y ahorrando centenares de millones al sistema sanitario uruguayo.
Pero, además, le plantó cara a una de las empresas más poderosas del mundo, Philip Morris, que estaba decidida a hacer un escarmiento con un país de apenas tres millones de habitantes. La tabacalera denunció a Uruguay en el CIADIC, el tribunal internacional para cuestiones comerciales, reclamando una indemnización de centenares de millones de dólares y la supresión de la ley. El gobierno de Vázquez no se achantó: a pesar de la brutal campaña mediática pagada por la empresa, se negó a llegar a un acuerdo, peleó en los tribunales y -tras un larguísimo proceso- consiguió una victoria total. Este, tal vez, sea el legado más simbólico de la gestión de Tabaré Vázquez, un señor discreto que gobernó un país pequeño y que, sin embargo, ojalá fuera el modelo para los políticos de todo el mundo.