Sorprende la propuesta de Feijóo de que en los ayuntamientos gobierne la lista más votada porque eso ya existe en la normativa española sobre la elección de alcalde. El artículo 196 de la LOREG lo dice bien claro: "Si ninguno de ellos obtiene dicha mayoría es proclamado Alcalde el Concejal que encabece la lista que haya obtenido mayor número de votos populares en el correspondiente municipio. En caso de empate se resolverá por sorteo". En un ayuntamiento nunca puede haber bloqueo en la elección de alcalde, si un candidato no obtiene la mayoría absoluta de los votos de los concejales, es elegido alcalde el concejal que encabece la candidatura más votada. Que gobernase la lista más votada independientemente de que hubiera otro candidato que concitase una mayoría absoluta de votos altenativa, iría contra el más elemental principio democrático.