¿Y si ganara Rusia?

Empiezo diciendo, este artículo no es mío. Aquí el artículo original, de Pyotr Akopov: web.archive.org/web/20220226224717/https://ria.ru/20220226/rossiya-177

Este artículo, que traduzco, estaba preparado por RIA Novosti para, aparentemente, cubrir una rápida capitulación de Kiev con un conflicto descentralizado subsiguiente en el resto de regiones. Fue publicado por error el 26 de febrero de 2022, hace dos días. Pocos minutos después desapareció, pero fue capturado por Internet Archive (podéis donar aquí para que continúen su labor: archive.org/donate/).

RIA Novosti no es una agencia de mindundis, es LA agencia de noticias estatal, y parte de Rossiya Segodnya (Russia Today) como plataforma informativa general del estado.

Yo tenía un artículo preparado sobre los métodos propagandísticos típicos rusos para controlar la narrativa ante hechos adversos, sobre todo dando ejemplos de las 5 etapas ante ellos: negar lo ocurrido, indignación, victimismo, whataboutism (y tú más) y, finalmente, pero condicional, reconocimiento). Pero la guerra ha explotado, la mayoría de la gente se ha dado cuenta de que Rusia, quizá, no ha sido del todo honesta desde el principio de la crisis, y el factor sorpresa e impactante del artículo ya se ha ido.

Pero a petición/interés de @NoseriusLose @Far_Voyager @suppiluliuma @juancarlosonetti @mperdut, doy una visión algo diferente del Mundo Ruso: ¿Qué hubiera pasado si Rusia hubiera ganado en un par de días?

Aquí tenemos una visión a la etapa de reconocimiento de los hechos si todo hubiese salido como el Kremlin hubiera esperado, es decir, después de que Rusia negara, se indignara, acusara a la OTAN de agresiones, y sacara trapos sucios de EEUU sin relación con el presente, Kiev hubiese sucumbido al ataque a los dos días.

Yo me limito a traducir dentro lo que buenamente puedo. No garantizo una precisión del 100%, pero para lo que se me hace grande he preguntado a mi mujer, que es rusófona nativa. Dejo algunas notas de traducción en paréntesis. Empezamos.

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La ofensiva de Rusia y del nuevo mundo

Un nuevo mundo nace ante nuestros ojos. La operación militar en Ucrania ha abierto una nueva era — de golpe y en tres dimensiones. Y por supuesto, en una cuarta, a nivel interno ruso. Aquí comienza un nuevo periodo tanto en ideología como en el mismo modelo de nuestro sistema socioeconómico — pero de esto se hablará un poco más tarde.

Rusia está restaurando su unidad — la tragedia del año 1991, esta terrible catástrofe en nuestra historia, su antinatural dislocación, ha sido superada. Sí, por un gran coste, sí, a través de los trágicos eventos de una verdadera guerra civil. Porque ahora, aunque todavía haya hermanos se disparándose los unos a los otros, separados por pertenecer a los ejércitos ruso y ucraniano, Ucrania ya no será más anti-Rusia. Rusia está restaurando su completitud histórica, reuniendo el Mundo Ruso (n.t. "Russkiy Mir", "mir" significa tanto mundo como paz, y en conjunto viene a significar algo así como pax romana, pero en su versión rusa), todos los Pueblos Rusos juntos - la totalidad de los grandes rusos, de los rusos blancos, y de los pequeños rusos (n.t. velikorossy/belorusy/malorossy estos son términos decimonónicos para referirse a lo que hoy se llaman rusos, bielorrusos, y ucranianos, dentro de lo que fue el Imperio Ruso. Cabe decir, malorossiya es considerado un término ofensivo en Ucrania). Si hubiéramos abandonado esto, si hubieramos permitido esta separación temporal asentarse durante siglos, entonces no sólo habríamos traicionado el recuerdo de nuestros ancestros, sino que también habríamos maldicho a nuestros herederos con la desintegración de la Tierra Rusa (n.t. Russkaya Zemlya hace referencia a la extensión de todas las tierras y principados del Rus hasta el siglo XII, que estaba centrado en Kiev, y estado del que Bielorrusia, Rusia y Ucrania heredan gran parte de su cultura).

Vladimir Putin ha asumido, sin pizca de exageración, la responsabilidad histórica de no dejar la solución a la cuestión ucraniana a nuestras generaciones futuras (n.t. "reshenye ukrainskogo voprosa" es dolorosamente similar a "reshenye yevreyskogo voprosa", la solución a la cuestión judía, en mi opinion nadie puede haber escrito esto por accidente, y aunque no implica intención de exterminar como en el contexto del Reich, sí implica una convicción y necesidad absoluta de asimilar Ucrania dentro de "lo ruso"). Después de todo, la necesidad de solucionarlo siempre estaría ahí - por dos razones principales. Por un lado, por razón de seguridad nacional, es decir, la creación de una anti-Rusia a partir de Ucrania, y como avanzada del occidente sobre nosotros, siendo ésta segunda la más importante de ellas.

La primera siempre sería el complejo de un pueblo dividido, el de una humillación nacional: cuando el hogar ruso primero perdió su fundación (Kiev), y luego fue forzado a admitir la existencia de dos estados; no uno, sino dos pueblos. Es decir, bien abandonar su propia historia, según las dementes versiones del "sólo Ucrania es la verdadera Rusia", o bien rechinar los dientes con impotencia recordando los tiempos en que "perdimos Ucrania". Devolver Ucrania, es decir, hacerla retornar a Rusia, sería cada vez más difícil a cada década: la recodificación/desrusificación de y contra los rusos, por parte de los Pequeños Rusos-ucranianos, ganaría inercia. Y en caso de consolidación del control geopolítico y militar de Occidente sobre Ucrania, su regreso a Rusia sería completamente imposible: tendría que luchar por ello con el bloque atlántico (n.t. OTAN)

Ahora el problema ya se ha ido - Ucrania ha vuelto a Rusia. Esto no significa que su estado vaya a ser liquidado, sino que será reorganizado, reestablecido y devuelto a su estado natural como parte del Mundo Ruso (n.t. Russkogo Mira, como la nota de más arriba). ¿Dentro de qué fronteras, en qué forma se consolidará la unión con Rusia (a través de la OTSC (n.t. la "OTAN rusa") y la Unión Euroasiática (n.t. la "UE rusa"), o el Estado de la Unión (n.t. el intento de "Schengen+Euro" ruso)? Esto se decidirá después de que se ponga a final a la historia de Ucrania como anti-Rusia. En cualquier caso, el periodo de separación del pueblo ruso ha llegado a su fin.

Y aquí empieza la segunda dimensión de la nueva era - concierne a las relaciones de Rusia con Occidente. No sólo Rusia, sino el Mundo Ruso, es decir, los tres estados, Rusia, Bielorrusia y Ucrania, actuando en términos geopolíticos como un ente único y completo. Estas relaciones han entrado en una nueva etapa: Occidente ve el regreso de Rusia a sus fronteras históricas en Europa. Y se indigna ruidosamente por ello, aunque en el fondo de su alma tiene que reconocerse a sí mismo que no podía ser de otra manera.

¿De verdad alguien de las viejas capitales europeas, en París y Berlín, pensaba que Moscú renunciaría a Kiev? ¿Que los rusos serían para siempre un pueblo dividido? ¿Y al mismo tiempo cuando Europa se está uniendo, cuando las elites alemanas y francesas están tratando de tomar el control de la integración europea de manos de los anglosajones y formar una Europa unida? Olvidando que la unificación de Europa fue posible únicamente gracias a la unificación de Alemania, algo que se llevó a cabo sólo gracias a la voluntad rusa (aunque no fuera muy inteligente). Dar la espalda después de ello, ni siquiera es el colmo de la ingratitud, sino simplemente la idiotez geopolítica. Occidente en conjunto, y Europa en particular, no tuvo la fuerza para mantener Ucrania en su esfera de influencia, y menos aún para tomar Ucrania para sí mismo. No entender esto es de tontos geopolíticos.

Para ser más precisos, sólo había una otra opción: apostar por un colapso todavía mayor de Rusia, es decir, de la Federación Rusa. Pero que eso no funcionara debería haber estado claro hace 20 años. Ya hace 15, tras el discurso de Putin en Munich, hasta los sordos podían oír que Rusia estaba de vuelta.

Ahora Occidente está intentando castigar a Rusia por el hecho de haber vuelto, por no haber aceptado los planes de lucrarse a su costa, por no permitir la expansión del espacio occidental hacia el Este. Buscando castigarnos, Occidente piensa que las relaciones con él son de vital importancia para nosotros. Pero este no ha sido el caso desde hace mucho: el mundo ha cambiado, y esto lo entienden bien no sólo los europeos, sino también los anglosajones que gobiernan Occidente. Ninguna cantidad de presión occidental sobre Rusia conducirá a nada. Habrá pérdidas durante la confrontación entre ambos lados, pero Rusia está lista para ellas moral y geopolíticamente. Para Occidente mismo, un aumento en el grado de confrontación significa gastos enormes, y los principales no son en absoluto económicos.

Europa, como parte de Occidente, quería autonomía - el proyecto alemán de integración europea no tiene sentido estratégico mientras se mantenga un control ideológico, militar y geopolítico anglosajón sobre el Viejo Mundo. Sí, y no puede tener éxito, porque los anglosajones necesitan una Europa controlada. Pero Europa tambien necesita autonomía por otra razón: en caso de que los Estados entren en autoaislamiento (como resultado de crecientes conflictos y contradicciones internas) o se centren en la región del Pacífico, donde se desplaza el centro de gravedad geopolítico.

Pero la confrontación con Rusia, a la que los anglosajones están arrastrando a Europa, priva a los europeos incluso de las posibilidades de independencia, sin mencionar el hecho de que, al mismo tiempo, Europa está tratando de imponer una ruptura con China. Si ahora los atlantistas están felices de que la "amenaza rusa" una al bloque occidental, entonces en Berlín y París no pueden dejar de entender que, habiendo perdido la esperanza de autonomía, el proyecto europeo simplemente se colapsará a medio plazo. Es por eso que los europeos de mentalidad independiente ahora están completamente desinteresados ​​​​en construir una nueva cortina de hierro en sus fronteras orientales, al darse cuenta de que se convertirá en un corral para Europa. Europa cuyo siglo (medio milenio, mejor dicho) de liderazgo mundial ha terminado en cualquier caso, pero aún son posibles varias opciones para su futuro.

Porque la construcción de un nuevo orden mundial (n.t. sí, "noviy miroporyadok" como las teorías de conspiración) -y esta es la tercera dimensión de los acontecimientos actuales- se está acelerando, y sus contornos son cada vez más visibles a través de la creciente cobertura de la globalización anglosajona. Un mundo multipolar finalmente se ha convertido en una realidad: la operación en Ucrania no es capaz de unir a nadie más que a Occidente contra Rusia. Porque el resto del mundo ve y entiende perfectamente bien: este es un conflicto entre Rusia y Occidente, esta es una respuesta a la expansión geopolítica de los atlantistas, este es el regreso de Rusia a su espacio histórico y su lugar en el mundo.