Algo huele a podrido dentro de Vox.
Algo no, todo. Pero hay algo guardado en algún despacho, en algún cajón o en un disco duro, que compromete, y mucho, a Macarena Olona.
Lo que posee Vox sobre Olona tiene que ser grande, muy grande. Tan grande como para obligarla a no competir en el mismo espacio político que ellos. Vox permite que pueda continuar en política, pero que no comparta su mismo espacio ideológico. No puede robarle ni un sólo voto a Vox sino rascarlos y debilitar a otros partidos de ideología más progresista.
Todos hemos vivido el cambio de discurso de Macarena Olona en tiempo récord. Comenzó con unos tímidos Tweets que dejaban con el culo torcido a cualquiera. De la Macarena más fascista a la más inclusiva.
Seguramente desde el fracaso de Olona en Andalucía y ella querer volver al panorama político nacional ya le mostraron lo que había en ese cajón para que pudiera deleitar los finos aromas de lo que tienen sobre ella. De ahí, esa misteriosa enfermedad que al final no fue, y el camino de Santiago como intento de demostración de fuerza y búsqueda de apoyos. Al final, tras demostrarse que apoyos no tenía, hubo unas conversaciones en las que acordaron que Macarena seguiría su andanza política pero no dentro de Vox ni en su mismo espacio ideológico, y abiertamente le deseaban lo mejor en lo político.
Existe una parte de la izquierda (cada uno que debata si merecen esa categoría o no) que está en contra de las políticas feministas, o está en contra de la Ley trans, o creen que la lucha de la izquierda solo debe centrarse en mejorar la vida de los trabajadores y no en mejorar la vida a su vez de las minorías. Existe una parte de la izquierda que le compraría el discurso a Olona.
A Olona la izquierda mediática no debería darle cabida ni espacios como los que protagonizó en Lo de Évole, porque al moderar su discurso y hacer guiños progresistas es evidente que la estrategia es rascar votos de ahí y no dividir a Vox.
Los medios, incluso supuestamente progresistas, dan cabida a su nuevo discurso que ella retuitea orgullosa.
No deberíamos permitirles este engañabobos que están realizando en nuestra propia cara, ni dejarles ocupar un espacio en el que claramente no creen. Para eso está la Hemeroteca que deberíamos estar desempolvando con sus declaraciones más rancias.
twitter.com/LUH_noticias/status/1329124026858565632
Tras el pacto, Macarena sigue beneficiando a los intereses de Vox. Sigue trabajando para ellos. Están en la misma página aunque no sea por voluntad propia.
Ojalá que Macarena hubiese cambiado de verdad, pero los milagros no existen.
No pasarán.