En Murcia, Podemos empezó una mañana de primavera dentro de la plaza de la universidad. Allí se convocó una asamblea para dar a conocer el partido y captar a los primeros inscritos. El que llevaba el megáfono y daba vida al acto, hoy es satanizado por la dirección regional del partido, que le acusa de ser un malvado anticapi. De la actual dirección del partido, no recuerdo haber visto a nadie en esa asamblea. Vinieron justo después de las elecciones europeas, cuando comprobaron que el proyecto era voyante y había donde colocarse.
Después llegaron las primarias para los órganos de dirección municipales y el famoso sello de calidad que daba Pablo Iglesias a "los mejores" (es decir, a las candidaturas que tenían algún vínculo con su entorno y sabía que podía controlar). En Murcia, "los mejores" fueron un grupo de gente con tres lazos comunes: pertenecían al sindicato STERM, la mayoría eran del entorno de la universidad y vivían por la zona de Vistabella. Un grupo cerrado, endogámico y con ánimo de copar todas las estructuras del partido. Tenían el sello de calidad y Monedero vino a apoyar su candidatura. Y ganaron.
Hasta entonces el partido tenía bastante vida. Había mucha gente del 15M ilusionada con el proyecto que, desinteresadamente, colaboraba y dedicaba horas a organizar eventos o debatir en los círculos. En los meses siguientes fueron apartados de los espacios comunes del partido o, directamente, se largaron hartos de escuchar los gritos y sentir las puñaladas traperas de los hooligans del sector oficialista que, por ansiar un sueldo del partido o simplemente por fanatismo, hostigaban a cualquiera que se saliera del discurso oficial. Lo más penoso era ver el afán de la cúpula de controlar cualquier espacio de Podemos en Murcia imponiendo su discurso monolítico y silenciando el del resto, aunque ese espacio fuese un nimio círculo de 10 personas.
Cuando el partido obtuvo representación parlamentaria, todos los puestos con sueldo se dieron a afines a la Dirección, incluida gente que en su ámbito profesional es manifiestamente incompetente (y lo he visto con mis propios ojos). Para colmo, esa misma Dirección esperaba que el resto de afiliados trabajase gratuitamente realizando labores muchas veces más pesadas y complejas que las desarrolladas por los asalariados fieles.Hubo bastante gente sin oficio ni beneficio que consiguió un modo de vida por esta vía (a modo de ejemplo, nuestro diputado estatal jamás ha trabajado). Y otros muchos que sólo querían mejorar el país sin buscar réditos personales, desaparecieron. Los círculos se vaciaron, la militancia se desmovilizó y hoy el partido se reduce a la cúpula. Cuando se convoca algún acto al que teóricamente debería acudir la población, siempre se ven las mismas caras.
La cúpula de Podemos en Murcia es errejonista (apoyó a Errejón en el último proceso interno) pero con un instinto de supervivencia (en el peor sentido del término) lo bastante agudizado como para ponerse del lado de Iglesias después de su victoria, aunque sus preferencias siguen estando con Errejón. En el fondo, todo se reduce a seguir viviendo de la política. Y quienes no quieren vivir de ella sino mejorar el país, acaban dejando sus cargos. Es el caso de Lola Sánchez, la eurodiputada que ha decidido no seguir adelante debido a las miserias que ha visto dentro del partido.
Teresa Rodríguez crea Adelante Andalucía. Errejón huye a Más Madrid. Rehuyen usar las siglas de Podemos por el profundo desprestigio del partido (aunque Errejon también tenga otras razones como la ambición personal) Pero ¿cómo hemos llegado a esto? Hay un denominador común entre el "tanto monta, monta tanto, Pablo como Irene" y los círculos vacíos de Murcia: la endogamia, la prepotencia, la patrimonialización del partido para sacar barriga, el sacrificio de los valores para conservar el poder, la renuncia a la ética para destruir al rival interno, la hipocresía, el desprecio por la inteligencia del votante, el marketing barato como patética máscara para ocultar el abandono de los principios de transparencia, participación, honestidad y horizontalidad que atrajeron a tanta gente.
Podemos está hundido porque ha unido lo peor del PSOE y del viejo PCE: la disciplina cuartelera y el abandono de los ideales. Para reflotarlo harían falta personas distintas con principios sólidos y fuerza para atraer a todos los que se marcharon. El emperador y la emperatriz, junto a ciertos barones que les hacen la guerra fría pero no son mejores que ellos, ya no son referentes válidos. Ojalá las bases sepan organizarse y resucitar lo que en su día fue un proyecto maravilloso. Yo aún tengo un cargo en la comisión de garantías del partido en Murcia (obviamente sin sueldo) pero ningunas ganas de trabajar en semejante fosa séptica. Si antes de que dimita o me echen cambian las cosas, será un placer volver a esforzarme. Pero me temo que, mientras Podemos sea capaz de seguir generando dinero o sillones, los que lo han hundido seguirán aferrándose a él para conservar sus prebendas. Y cuando deje de generar lo anterior porque esté totalmente hundido, las posibilidades de reflotarlo serán prácticamente inexistentes.