(Tomado prestado de un chat de Telegram)
Los productos de consumo, que es lo que eran y lo que son nuestros ordenadores, antiguos y nuevos, pasan por varias fases, a saber:
1. Novedad: lo pagas caro si quieres ser de los primeros
2. Producto establecido: el precio baja, se venden a porrón.
3. Producto muy establecido: empieza a quedarse atrás, salen cosas nuevas, pero todavía es usable. El precio baja un poquito más.
4. Producto desfasado: el tiempo no le ha sentado bien, la tecnología avanza y las novedades son cada vez más y hacen más cosas, la gente ya no lo quiere ni a precio de derribo. Si esas novedades están en la fase "producto establecido", tienen un precio razonable, así que igual un cambio……
5. Producto en proceso de sustitución: tengo ya el cacharro nuevo, pero no me deshago del viejo, que le tengo cariño, conviven los dos una temporada.
6. Producto guardado: ya no lo uso, el sitio que ocupa en la mesa lo necesito, así que lo guardo en el armario/garaje/trastero.
7. Basura informática: he tenido niños y el carrito ocupa lo suyo, así que limpieza de trastos. El viejo ordenador me hizo pasar momentos chulos cuando era joven, pero ahora tengo responsabilidades.
En este punto, MUCHOS, pero que MUCHOS-MUCHOS, han acabado directamente en la BASURA, en el contenedor, en el punto de reciclaje, así que aunque se hayan fabricados muchísimos, hay relativamente pocos disponibles.
También en este punto, los die hard, los que mantienen la afición a toda costa, aprovechan para comprar saldos, auténticos chollos, gangas, regalos.
8. Producto renacido: tus hijos son mayores, hacen su vida o incluso ya se han pirado, y echas de menos los tiempos en los que no tenías ni responsabilidades ni carritos, y te acuerdas de lo bien que te lo pasabas con tu viejo ordenador, el que te hizo descubrir la informática/los videojuegos ("los de antes eran mucho mejores sin tanto 3D ni tanto efecto especial, andevaparar…"), así que pillas uno del rastro, de una tienda/página de segunda mano, cuando comprar de segunda mano era de pobres. Todavía lo pillas a buen precio, igual no como basura, pero sí a un precio más que razonable, o sí como basura, porque coincide que un vecino se acaba de dar cuenta de que le ocupa espacio en su trastero y está al lado del contenedor.
9. Producto retro: muchos han pensado como tú, y hay una demanda creciente de ese ordenador de tu juventud, y los vendedores no son tontos: "Es el mercado, amigo". Ahora ya no son gangas ni precios más que razonables, pero los precios al menos son "alcanzables", dentro de un rango "aceptable".
10. Producto de coleccionista: ya no sólo te interesa el ordenador que tú usaste, te interesan todos los de aquella época, porque marcaron un hito, es el conjunto lo que da sentido a lo que tú viviste, así que quieres no sólo el tuyo, quieres tener también el MSK, el CTC, el Smectrun y el Tragon30, o todos los de la misma familia, cercana o lejana, del tuyo: el de 64KB, el de 128KB, el que llevaba disquetera, el que no…
11. Producto retro/coleccionista de jollero (*): la demanda es alta y las unidades disponibles, escasas, así que mucho espabilado se cree que la gente es idiota y está dispuesta a pagar auténticas burradas por esos ordenadores de más de 30 años de los que hay pocos [Nota del Autor: tengo que encontrar trabajo en un punto de reciclaje de esos], y lo cachondo del asunto es que TIENEN RAZÓN: hay gente dispuesta a pagar auténticas burradas por ordenadores viejos que eran carne de chatarrería, lo que mantiene los precios altos.
C'est la vie… 🤷🏻♂️
* No, no está mal escrito: así se conoce en el mundillo de la informática y los videojuegos retro a los que inflan los precios de los artículos, pensando que tienen un diamante en las manos y que van a hacer el negocio de su vida.