"Que a tí lo que te pasa es que no encuentras tu sitio" me dijeron este fin de semana. Yo pensaba que esa frase era otro recurso cinematográfico al que recurrían guionistas, con la complicidad de la batuta de aquel que dirije la sinfónica de la BSO .
Con la misma ausencia de romanticismo, el que se desprende al saber que el uso de esa frase no aplica a películas y pudiendo esconder alguna verdad, desde la psicología y no desde el sensacionalismo:
¿ No puede ser que el lugar de uno sea ninguno? Estando el sentido de este tema relacionado con la ilusión última y final de formar familia, ¿ No se puede esquivar esto y estar aquí solo para ser conscientes de que no hay sitio alguno al que pertenecer?
Siendo consciente del sesgo ese, por el cual se describe la realidad según lo personal, me atrevo aun así a afirmar, hasta la enésima vez la razón por el que dejo de ver YouTube y me motivo a escribir siempre el mismo artículo:
La falta total de sentidos, de referencias, de intelectuales, de CALIDAD, en esta generación. Sin preferir nunca la guerra de varias generaciones pasadas, incluso allí había motivos por los que luchar.
Lejos de sentirme seguro de no ser esto solo percepción personal, lo único sobre lo que puedo escribir algo con mínima pasión, lo único que me evade de que mi amor lo monitorice Tinder, mi ego Instagram, y mi cultura Netflix; lo único de lo que puede hablar un artículo que cuente la realidad es la descripción de eso mismo: no creer en nada. No pertenecer a ningún sitio.