En 2024 ha nacido la cookiewall en los periódicos digitales españoles: si no pagas, el periódico instalará cookies de terceros en tu ordenador. Me vuelve un poco loco que esto esté pasando sin que haya habido un poco de polémica.
En principio, las cookies no son algo terrible. Son archivos de texto con pequeños datos que se utilizan para identificar tu ordenador: usuario y contraseña, por poner un ejemplo. Pero las cookies propias evolucionaron a "cookies de terceros", cookies que implantan socios de las webs a las que visitas y que monitorizan el uso que haces de su página.
Las empresas que recogen toda esta información personal (género, edad, sueldo, ubicación geográfica, estado civil, estudios, ingresos, aficiones, intereses...) la cruza con otros miles de usuarios hasta crear grupos demográficos. "Parejas con dinero", "Solteros ambiciosos" son algunos de los grupos demográficos que sacaron en el programa Last Week Tonight. En principio, estos grupos ayudan a las empresas anunciadoras a seleccionar los usuarios a los que quieren mostrar sus anuncios personalizados.
Estas empresas generan paquetes completos con datos de estos grupos, pero también lo hacen con información más sensible, como enfermedades u orientación sexual, y venderlas a cualquiera, igual que la información del anterior tweet. Last Week Tonight sacó un fragmento en el que mostraba cómo se pueden comprar códigos postales y nombres de personas con diabetes, cáncer, hipertensión y depresión.
Enlace al programa en youtube (ENG sin subs en ESP): www.youtube.com/watch?v=wqn3gR1WTcA (también está disponible en la plataforma HBO)
Hay data brokers que han vendido listas de datos con títulos como:
- "Ancianos enfermos"
- "Latinos con préstamos"
- "Ayuda, llevo tres meses sin pagar las facturas".
Algo más que explica este programa es que estas empresas dicen que anonimizan los datos que venden, pero en realidad con solo 15 datos personales un hacker es capaz de asociar la información de un código numérico con una persona. Por ejemplo, en EE. UU. un hombre fue capaz de localizar a una ex-compañera pagando 45 $ a un data broker. Después de encontrarla, la mató.
¡De hecho, el propio elDiario.es ya ha explicado lo peligrosas que son las cookies publicitarias para la seguridad nacional!:
Datos sensibles de políticos y militares de la UE acaban en Rusia y China por el rastreo publicitario: www.eldiario.es/tecnologia/datos-sensibles-politicos-militares-ue-acab
También una página asociada a elDiario.es contiene información sobre lo escandalosa que es esta industria: quo.eldiario.es/tecnologia/a43821/data-brokers/
Fue la directora ejecutiva del Foro Mundial de la Privacidad, Pam Dixon, quien aireó el lado más oscuro de los data brokers en el Senado de Estados Unidos a finales de 2013. “La industria de los data brokers, tal y como es hoy día, no tiene limitaciones ni pudor. Venderá cualquier información, de cualquier persona, sin ninguna sensibilidad, a 7,9 centavos por nombre, que es el precio de una lista de víctimas de violación vendida recientemente”, declaró ante la Comisión de Comercio.
Los periódicos digitales españoles han decidido que nuestra información personal tiene un precio. O les pagamos o venderán esa información personal a vete a saber quién. Ni siquiera ellos saben en qué manos puede acabar la información que recopilan de nosotros.
Las preguntas que nos podemos hacer ahora que sabemos que los data brokers son una fuente de financiación a la que no quieren renunciar:
- ¿Volverán a hablar sobre el negocio de los data brokers en estos medios?
- ¿Explicarán estos problemas de privacidad y seguridad?
Durante el 15-M el eslogan era:
"No somos mercancía en manos de banqueros".
En 2024 lo tenemos que actualizar:
"No queremos ser mercancía en manos de periódicos digitales".
¿Qué podemos hacer como consumidores de información? Seleccionar mejor los medios de comunicación a los que acudimos.
A día de hoy, estos son algunos diarios que no piden dinero para que puedas rechazar las cookies de terceros:
- Público
- Infolibre
- La Marea
- El Salto (de hecho, parece que ni siquiera guarda cookies propias)
- El Plural