No tolero el catálogo de Netflix. Conforme van pasando los años se va llenado de más y más mierda. Pero en 2017, Scott Frank (Gambito de dama) creó la que es, para mí, la mejor serie de la historia de la plataforma.
Godless es una gozada, seas o no amante del western (lo digo completamente en serio). Un homenaje a los clásicos del género, con una ambientación de una belleza sobrecogedora, un guion eléctrico, profundo y adictivo, unas actuaciones memorables y unos secundarios de lujo.
Jeff Daniels de oscurísimo villano (Emmie por su actuación como Frank Griffin), Merrit Wever (Emmie a mejor actriz de reparto en su maravilloso papel de Mary Agnes), Jack O´Connell como carismático y torturado protagonista, Scoot McNairy el entrañable sheriff ciego y su espigado ayudante Thomas Brodie-Sangster (al que también habréis visto en la sobrevalorada Gambito de Dama), Michelle Dockery (Downton Abbey) absolutamente PERFECTA en su papel de viuda luchadora...cada personaje es una historia interesante y profunda, a la que Frank da espacio y vida, sin extraños requiebros de guion, con una limpieza y una coherencia extraordinarias y con un final digno del mejor Peckinpah.
Es una serie imperdible, a la que se le sale el carisma por los cuatro costados. Una de esas injustas olvidadas cada vez que se hace un ranking de las mejores series. Scott Frank no teme acercarse a conflictos históricos, de raza y feministas sin efectismos posmodernos y con honestidad. Hoy me he vuelto a emocionar volviéndola a ver por segunda vez y dando por terminada mi suscripción a Netflix.
Un adiós maravilloso para una plataforma que nunca fue santo de mi devoción pero que hoy veo profundamente desnortada.
Godless es el mejor western seriado que he visto desde Deadwood. Un producto que parece sacado de la mejor HBO. Nos la perdáis.