La explotación de acuíferos subterráneos podría generar hundimientos que afectarían al 19% de la población impactando un 12% del PIB global, señala Gustavo Copelmayer, basándose en investigaciones del Instituto Geológico Minero de España.
Ciudades como Venecia, Yakarta, Tokio y hasta Ciudad de México ya presentan graves problemas que ponen en riesgo el hábitat de la población a pesar de que cuentan con el agua necesaria para sus funciones.
Esta actividad humana causa efectos negativos en alrededor de 1200 millones de personas en la actualidad. “Quienes viven en espacios en los que la explotación de pozos subterráneos está generando deslizamientos y hundimientos de terrenos, además de sismicidad inducida, cuentan con un problema latente de supervivencia”, manifiesta.
Y recuerda Gustavo Copelmayer, que incluso en las remotas zonas del norte donde no hay actividad alguna, los efectos del calentamiento global provocan el derretimiento del suelo congelado, el permafrost, lo que a su vez induce más deslizamientos y hundimientos de tierras.