El experimento mental de la "Tierra Gemela" (H. Putnam). Internalismo y externalismo semántico

Los llamados experimentos mentales son recursos imaginativos, hipotéticos, normalmente no realizables en la práctica (sin posibilidad empírica) al menos en el momento de su presentación, diseñados para, a través de un razonamiento que se pretende lógico, mostrar ciertas conclusiones o paradojas. A pesar de que se vienen utilizando en la historia del pensamiento al menos desde la Antigua Grecia (piensen en las aporías de Zenón de Elea entre otras), es bien conocido el peligro que el uso de estos experimentos mentales entraña (piensen de nuevo en las aporías de Zenón): al plantearnos situaciones no dadas en el presente o incluso a veces imposibles, las conclusiones que se quisieran extrapolar podrían ser poco fiables. A este respecto Daniel Dennett advertiría de algunos de estos experimentos llamándoles “bombas de intuición” e “inevitablemente conservadoras”, al estar estos sutilmente diseñados para centrar la atención en ciertos aspectos vía descripciones que se valen de conceptualizaciones populares, mientras esas mismas descripciones dejarían en manos del público hallar implicaciones importantes para el asunto a tratar y que pudieran ser fundamentales para una correcta conclusión.

Hecha esta advertencia (es un asunto muy interesante pues engancha directamente con la forma en la que muchas veces creamos nuestras opiniones, creencias, ideologías o posiciones políticas), diremos que los experimentos mentales han sido y son una herramienta que ha ayudado en el avance del conocimiento, y nos pueden brindar interesantes reflexiones si se tienen esas advertencias en cuenta tanto en su diseño como en su interpretación. Les propongo así, les reconozco que motivado tal vez hoy por el hastío que le produce ya a este que les escribe la manera en la que se presenta una campaña electoral que ni siquiera comenzó oficialmente (y lo que nos queda, morena), a reflexionar y charlar sobre el experimento mental conocido como Tierra Gemela.

Relativamente popular, seguro que muchos de ustedes ya lo conocerán, el experimento de Tierra Gemela fue presentado en 1975 por el filósofo, matemático e informático Hilary Putnam en su obra “The Meaning of “Meaning” (El significado de “significado”)", y nos invita a reflexionar, en línea con su filosofía analítica, sobre el origen de los significados que diariamente utilizamos en el uso del lenguaje, argumentando así el filósofo a favor del conocido como externalismo semántico: posición dentro de la filosofía del lenguaje que defiende la visión de que el significado de un término está determinado, al menos parcialmente, por factores externos al sujeto; y que se contrapone al internalismo semántico, que por su parte defenderá que los significados estarán determinados únicamente por estados mentales referentes a entidades subjetivas. Toda esta una polémica que se englobaría en una de mayor ámbito y que hace referencia a la oposición entre externalismo e internalismo mental  (y me disculparán no extenderme más aquí, pues el asunto daría para varios artículos). El lector podrá fácilmente asociar el asunto con muchas de las actuales controversias de orden ideológico y político, y así con muchas de las discusiones que casi diariamente aparecen aquí mismo en Menéame.

El experimento mental de la Tierra Gemela.

Imaginen un universo donde existiera un planeta casi idéntico a nuestra Tierra; le llamaremos Tierra Gemela. Tan parecido que orbita alrededor de una estrella que es idéntica al Sol, que tiene una luna y un firmamento estelar como el nuestro. Ciclos astronómicos y distancias similares. Tan casi idéntica que demuestra una misma historia geológica, de manera que cualquier accidente geográfico del presente o del pasado se repite en la misma forma. Habitantes, plantas y animales, también se repiten, compartiendo misma biografía y desarrollo evolutivo, siendo así que para lo que nos interesa, el desarrollo humano ha sido el mismo, de forma que cualquier comunidad es idéntica tanto en la Tierra como en la Tierra Gemela. Historia, divisiones políticas, estados y relaciones suceden de la misma forma que ahora mismo. Todo igual de terrorífico. Podemos así imaginar un habitante en la tierra, Óscar, con su doble en la Tierra Gemela, Óscar Gemelo.

Y digo casi idéntico pues sí existe una diferencia entre ambos planetas: el agua. Aparentemente (intensión) es igual en ambos planetas: la encontramos en los mismos lugares (ríos, lagos, mares, glaciares, nubes, etc.), adopta los mismos estados a mismas condiciones, tiene las mismas propiedades, los mismos usos, etc. Solo que el agua de la Tierra, la que usted conoce, está compuesta por H2O (extensión), mientras que la de la Tierra Gemela está compuesta de dos elementos desconocidos para nosotros habitantes de la Tierra, llamémosles X2Y. El objeto (si es que se puede llamar así al agua) al que se hace referencia es químicamente diferente.

Por último, imagine que nos encontramos en el año 1750, antes de que cualquiera en la Tierra o en la Tierra Gemela conociera la composición química del agua. Los cerebros y estados mentales (el conocimiento y la subjetividad si así lo queremos llamar) de Óscar y de su gemelo serían exactamente idénticos, sin embargo uno se refiere con la palabra “agua” al H2O y el otro al X2Z… ¿afirmaría usted entonces que el significado de la palabra “agua” es el mismo para los dos?, ¿qué opina?.

 O presentada la cuestión de otra manera, ¿el significado es solo una construcción mental dependiente del sujeto (visión semántica internalista), o por el contrario al menos en parte refiere a la realidad externa (visión semántica externalista)?, ¿es todo lenguaje?...

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 Nota: en este enlace, a partir de la diapositiva Nº 11 encontrarán un pequeño resumen esquemático de las implicaciones de la propuesta de Putnam.