Es triste, pero tuve que darle la razón al padre que me lo comentó.
Cuando quieras que te enseñe el mejor, busca el tema en Youtube y ponte a ver el vídeo con el chaval. Es mucho mejor que las clases particulares y no cuesta un carajo. El aprendizaje, hoy, no es cuestión de dinero, porque hay muy pocos temas que no se puedan estudiar, y con magníficos profesores, buscándolos en internet.
Y el caso es que hice la prueba y es así. Recuerdo que las pasé putas para aprender a derivar e integrar (soy de ciencias pero un poco nabo), hasta que tuve la suerte de que me tocó un profesor particularmente bueno y conseguí dar con el quiz del asunto (repitiendo COU como un capullo).
Hoy no me hubiese pasado. Hoy en día, los dos años que pasé en clase sin enterarme de un pijo, porque mi profesor y profesora eran de baja calidad (o de calidad media, mientras yo lo era de baja) los hubiese pasado delante de un montonazo de vídeos que hay por ahí realmente cojonudos, de montones de horas de enseñanza grabadas y compartidas por los mejores y que simplemente tienes que sentarte y ver.
Yo no digo que ese sistema de enseñanza tenga que sustituir al sistema a la enseñanza presencial en las aulas, porque un centro escolar tiene otras muchas funciones como la socialización, etc. Yo no digo que los profesores presenciales (que los hay buenos y malos) tengan que ser sustituidos por los mejores de los virtuales), pero a lo mejor hay que hacer un examen de conciencia, ser sinceros, y reconocer que no ofrecemos a nuestros chavales la mejor enseñanza posible no por falta de dinero, sino porque no nos da la gana desprendernos de nuestros prejuicios.
Hay un tipo que enseña vectores mejor que el profe de su instituto. Es Mexicano. Se explica como Dios en castellano. ¿Por qué no sigues sus clases? ¿Por qué nadie te pasa un par de enlaces? Nadie está dispuesto a ese ejercicio de sinceridad, porque ahí no hay un duro que ganar y se olfatea el miedo. Se huele la desconfianza. Se palpa el terror a que las nuevas tecnologías lleguen realmente a la escuela.
Porque la llegada de las nuevas tecnologías a la escuela no es que los chavales estudien en una tablet: es que puedan escuchar, gratis, las explicaciones del mejor, y no las del tipo de 58 años, funcionario o no, que le ha tocado en suerte, y que es el mejor para resolver tus dudas, seguramente, pero no el mejor para explicarte la materia. Quizás lo fue en su momento, o nunca, pero ya no.
A ver quién le pone el cascabel a ese gato.