Enuncia ingeniosa y categóricamente Carlo Cipolla en "Las leyes fundamentales de la estupidez humana" las siguientes leyes:
1) Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo.
Llevaba tiempo pensando escribir sobre Cipolla, y ha sido este relato, y en especial, comentarios como este o este otro, lo que me ha hecho decidirme, pues me parecen una clara constatación de la primera ley fundamental.
2) La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona.
¡Ahá! Cuidadito con el efecto halo, que se nos llena la publicidad de adonis y afroditas... y las cárceles de feos.
3) Una persona estúpida es una persona que causa un daño a otra persona o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio.
Creo que esto se entiende mejor en el siguiente gráfico, tomado de wikipedia, con licencia CC BY-SA 4.0:
4) Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento y lugar, y en cualquier circunstancia, tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error.
A veces tratamos al estúpido con condescendencia, acogiéndolo en nuestro seno al considerar que debe ser tutelado, guiado por nuestra superior sabiduría, sin considerar las terribles implicaciones que conlleva el mero hecho de que haga acto de presencia y obre como su naturaleza le dicta.
Otras veces, el estúpido se abre camino por la debilidad del narcisista. Dicen que en el pais de los ciegos, el tuerto es el rey. En el país de los estúpidos, ciertamente el mediocre es el rey, sí. Pero de un reino de mierda.
En la mayor parte de las ocasiones, sin embargo, el estúpido se encuentra oculto entre las masas, acechando, esperando agazapado su momento, y el no estúpido reacciona tarde y mal cuando aquél finalmente hace su acto de presencia triunfal.
5) La persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que existe. Corolario: El estúpido es más peligroso que el malvado.
Porque el malvado al menos tiene intenciones, lo que hace más fácil predecir sus movimientos. Ay del que intente predecir el siguiente movimiento de un estúpido.
Y además lo dijo Reverte hace diez años, Quod Erat Demonstrandum.
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No puedo más que admirar el fondo y las formas de Cipolla en el trato de un tema de tan profundas implicaciones para el desarrollo de la sociedad humana. El tratado parece certero, pero...
¡Pero!
En el siguiente artículo trataré de hablar del Gran Pero a Cipolla. Pero antes me gustaría saber si habéis visto el mismo Gran Pero que yo.