De callejeros y modélicas transiciones

Comienzo a estar hartísimo ya de la actitud del PSOE y de la mayoría de la izquierda con el juego de provocaciones del callejero.

El problema no es tanto que se le pueda devolver el nombre de una calle a un golpista que consideró a Hitler, Franco y Mussolini como sus "guías vitales", sino que este cambio pueda hacerse y, lo que es peor, que a la inmensa mayor parte de la gente le dé absolutamente igual o le parezca bien porque, sencillamente, no tengan ni puta idea de quién era Millán Astray.

Dejemos de acusar a una derecha fascista de ser fascista y comencemos a mirar a los que han tolerado esto durante décadas, comenzando con la incapacidad de Felipe González para dotar de dignidad a una democracia que se construyó sobre la confusión de perdón e impunidad, no solo a nivel legal, sino también cultural, histórico y educativo.

Continuando con la negativa de los sucesivos gobiernos de izquierda (incluido el actual) para derogar una de las pocas leyes franquistas que siguen vigentes, la Ley de Secretos Oficiales, que nos permitiría saber qué pasó realmente el 23F, aunque ya muchos lo sepamos y que protege más de medio siglo de corruptelas, desapariciones, asesinatos, robos de bebés, ajusticiamientos alegales, encarcelamientos y torturas. Continuando con la expropiación de los documentos secretos sobre el golpe de Estado del 36, el terror institucional de la posguerra y el enriquecimiento de la familia del Generalísimo que obran, inexplicablemente, en las manos de la Fundación Francisco Franco y la fundación Serrano Suñer y que ayudarían, de forma definitiva, a destruir este revisionismo histórico que llevamos aguantando 40 años. Y terminando por crear una Ley de la Memoria Histórica EFICAZ, que ponga en las manos de las víctimas los medios adecuados para cerrar de una puta vez las heridas de las familias de 150000 cadáveres enterrados en cunetas y fosas comunes y de decenas de miles de muertos y desaparecidos en 40 años de dictadura.

El problema no es que un fascista que gobierna se comporte como un fascista, el problema, y manda cojones que haya que seguir recordándolo, es que los socialistas que gobiernan jamás se han comportado como socialistas.