- Dices amar el capitalismo pero eres incapaz de definirlo o si lo haces, lo haces en términos de "intercambio de bienes y servicios" o "mercado libre". Eso no es capitalismo, es comercio.
- Dices odiar el socialismo pero no eres capaz de definirlo o lo defines como "los vagos se aprovechan de los trabajadores" o lo describes como un sistema autoritario o totalitario.
- Piensas que el PSOE es socialista o de izquierdas. En realidad tiene más en común con el PP que con la izquierda.
- Te crees que los billonarios se hicieron a sí mismos y que su riqueza viene de su esfuerzo. En realidad su riqueza no proviene de su trabajo sino de explotar el trabajo de miles y miles de trabajadores.
- Te crees que el gobierno es el mal o que no funciona. En realidad funciona fantásticamente para la clase capitalista.
- Necesitas trabajar para vivir pero te crees que eres capitalista. Si trabajas para vivir no eres capitalista, eres clase trabajadora.
- Crees tener valores cristianos pero solo te preocupa el aborto o los derechos de los gays y trans. No pones foco en las cosas que Jesús predicaba realmente (compasión, perdón, ayudar a los desfavorecidos, pobres y marginados).
- Crees que tu medio de comunicación preferido es el oráculo de la verdad y no simplemente otra versión de propaganda en la que tú eres el objetivo.
- Crees que los partidos mayoritarios están al servicio de los trabajadores. En realidad sirven a los capitalistas y sus intereses, quienes hacen su dinero gracias a tu duro trabajo.
- Crees que el problema de la vivienda viene principalmente por los okupas o que tus problemas en la vida son culpa de gente que vive peor que tú.