Los que tratáis por estos lares conmigo, sabéis o intuís que no soy una persona especialmente amante de la religión cristiana, estas fechas nunca me hicieron especial gracia, ni de pequeño, aunque los regalos siempre ayudaron. Mi ruptura total con la festividad fue rondando la veintena, cuando empecé a trabajar en un centro comercial que me hizo comerme 5 campañas de navidad, la gente que curra en comercio lo sabe, ningún ser humano es tan odioso como durante la campaña de navidad, saca lo peor de la gente. …