#5 Cuánto sabes! Me rindo ante tu clarividencia. Vamos a tener que quitar la noticia, por ser incierta.
Es que, desde luego, no hay peor tonto que el que, además de serlo, toma por tontos a los demás.
#3 Cuánto sabes! Me rindo ante tu clarividencia. Vamos a tener que quitar la noticia, por ser incierta.
Es que, desde luego, no hay peor tonto que el que, además de serlo, toma por tontos a los demás.
#7 ¡Cuánto sabes! Me rindo ante tu clarividencia. Vamos a tener que quitar la noticia, por ser incierta.
Es que, desde luego, no hay peor tonto que el que, además de serlo, toma por tontos a los demás.
Nótese, una vez más, la sutileza de nuestros medios: "asesinato de los diez activistas", como quien no quiere la cosa, se trata de activistas, no de personas.
A ver si nos enteramos de que el actual déficit no es un problema de despilfarro en los gastos (lo que no quiere decir que no haya que evitar éste), sino de caída drástica de los ingresos como consecuencia del brutal descenso de la actividad económica provocado por la crisis, y que es aquí, sobre los ingresos, sobre los que debería haber actuado el Gobierno que teníamos hasta la votación del otro día en el Congreso, antes de ceder al golpe de Estado del FMI y del BCE.
A mayor abundamiento, especialmente en países con unos desequilibrios de renta tan abismales y una cobertura pública en temas sociales tan escasa como España, el déficit es necesario para contribuir a una mayor redistribución de la renta. Resultaba inmoral, por tanto, el superávit que teníamos no hace más de 2 años, con tantas necesidades básicas que atender.
El problema está en que han privatizado parcialmente este servicio, y las personas que trabajan contratadas directamente por el Ayuntamiento cobran más del doble por el mismo trabajo.
Tras el reciente golpe de estado perpetrado por el FMI y el BCE en Grecia y España, nuevas medidas y nuevos países van a seguir el mismo triste destino que es de todos conocido.
Una vez más, veremos cómo se produce una caída de la actividad económica y un empobrecimiento general de la población, junto a la caída en picado de los servicios públicos, ya escasos en nuestro país.
De este modo, aumenta el grado de anestesia y desencanto de la población ante la cada vez menos representativa democracia que padecemos. A la vez, nuestra constante pérdida de poder adquisitivo y la necesidad de afrontar la menor cobertura pública de servicios esenciales, nos obligan a endeudarnos aún más al grueso de la población -el crecimiento de la deuda privada no es problema- frente a la banca privada, que ejercerá un dominio aún mayor sobre nuestras vidas y haciendas.
Es penoso que Zapatero se haya bajado los pantalones, en lugar de plantear el chantaje a las claras a la población y convocar un referéndum como han hecho en Islandia, donde, de momento, han plantado cara a la extorsión, aunque, por desgracia, esta mecha no ha prendido en ningún otro territorio.
Es normal que ejemplos como el de Marinaleda escuezan. Si se extendieran, sería una catástrofe para los expoliadores y especuladores que pululan a sus anchas por el criminal sistema que padecemos.
¡Insisto! Que alguna organización social convoque a las demás para organizar una recogida masiva de firmas en pro de un referéndum y en contra del golpe de estado que nos imponen.
¡Insisto! Que alguna organización social convoque a las demás para organizar una recogida masiva de firmas en pro de un referéndum y en contra del golpe de estado que nos imponen.
¡Insisto! Que alguna organización social convoque a las demás para organizar una recogida masiva de firmas en pro de un referéndum y en contra del golpe de estado que nos imponen.
Creo que la diminuta, pero democrática, Islandia ha dado una lección al resto de países al negarse su presidente a que sus ciudadanos pagasen los desmanes de los bancos privados. La subsiguiente, e inevitable en una democracia, convocatoria de un referéndum deparó un resultado abrumador en contra de la nacionalización de las deudas privadas y de las medidas antisociales que todos conocemos.
Las organizaciones sociales se movilizaron con rapidez y consiguieron en poco tiempo las firmas de un ¡25%! de la población en favor del referéndum. Éste debería ser el camino que nuestras organizaciones sociales deberían seguir, ya que, evidentemente, ni nuestro presidente ni ningún político de la oposición, que yo sepa, ha, ni siquiera, mencionado la posibilidad de enfrentarse al golpe de estado que estamos sufriendo.
Creo que la diminuta, pero democrática, Islandia ha dado una lección al resto de países al negarse su presidente a que sus ciudadanos pagasen los desmanes de los bancos privados. La subsiguiente, e inevitable en una democracia, convocatoria de un referéndum deparó un resultado abrumador en contra de la nacionalización de las deudas privadas y de las medidas antisociales que todos conocemos.
Las organizaciones sociales se movilizaron con rapidez y consiguieron en poco tiempo las firmas de un ¡25%! de la población en favor del referéndum. Éste debería ser el camino que nuestras organizaciones sociales deberían seguir, ya que, evidentemente, ni nuestro presidente ni ningún político de la oposición, que yo sepa, ha, ni siquiera, mencionado la posibilidad de enfrentarse al golpe de estado que estamos sufriendo.
Creo que la diminuta, pero democrática, Islandia ha dado una lección al resto de países al negarse su presidente a que sus ciudadanos pagasen los desmanes de los bancos privados. La subsiguiente, e inevitable en una democracia, convocatoria de un referéndum deparó un resultado abrumador en contra de la nacionalización de las deudas privadas y de las medidas antisociales que todos conocemos.
Las organizaciones sociales se movilizaron con rapidez y consiguieron en poco tiempo las firmas de un ¡25%! de la población en favor del referéndum. Éste debería ser el camino que nuestras organizaciones sociales deberían seguir, ya que, evidentemente, ni nuestro presidente ni ningún político de la oposición, que yo sepa, ha, ni siquiera, mencionado la posibilidad de enfrentarse al golpe de estado que estamos sufriendo.
#53 rcr1963 