#15 No hace falta irse a Australia, porque yo me encontré con una situación parecida aquí mismo (por un problema diferente pero con las mismas consecuencias).
El problema, que se preguntan algunos dónde está, es que te sugieren cómo llevar tu vida sexual cuando lo que deberían es, al menos, intentar resolver el problema de origen. Yo empecé con unos dolores que terminaron por ser algo más, y el especialista al que me derivaron directamente me sugirió que probara otras cosas en lugar de ver qué podía hacer por mí. Cuando le dije que muy bien pero que yo lo que quería era tener sexo vaginal porque "otras cosas" no me satisfacían tanto se indignó, dijo que eso no podía ser, y sentenció que si pensaba eso era porque estaba reprimida o no conocía bien mi cuerpo y lo que me gustaba (en concreto refiriéndose al sexo oral). Remató la jugada concluyendo que a mí lo que me pasaba era que no estaba enamorada de mi novio, básicamente a los 15 minutos de conocerme. Me quedé tan en shock que la verdad es que no reaccioné (ni obviamente volví), pero me vuelve a pasar ahora mismo y se la monto, y luego doy parte de lo sucedido.
Otros especialistas no han sido tan directos, pero en general yo lo que veo es que cuando no es un caso estándar y no saben cómo enfrentarse a él algunos médicos lo que hacen es marear la perdiz o decirte que hagas otras cosas. Que si no tiene remedio me parece estupendo pero, ¿no lo tiene? ¿Y si quiero tener un hijo, por ejemplo?
El problema, que se preguntan algunos dónde está, es que te sugieren cómo llevar tu vida sexual cuando lo que deberían es, al menos, intentar resolver el problema de origen. Yo empecé con unos dolores que terminaron por ser algo más, y el especialista al que me derivaron directamente me sugirió que probara otras cosas en lugar de ver qué podía hacer por mí. Cuando le dije que muy bien pero que yo lo que quería era tener sexo vaginal porque "otras cosas" no me satisfacían tanto se indignó, dijo que eso no podía ser, y sentenció que si pensaba eso era porque estaba reprimida o no conocía bien mi cuerpo y lo que me gustaba (en concreto refiriéndose al sexo oral). Remató la jugada concluyendo que a mí lo que me pasaba era que no estaba enamorada de mi novio, básicamente a los 15 minutos de conocerme. Me quedé tan en shock que la verdad es que no reaccioné (ni obviamente volví), pero me vuelve a pasar ahora mismo y se la monto, y luego doy parte de lo sucedido.
Otros especialistas no han sido tan directos, pero en general yo lo que veo es que cuando no es un caso estándar y no saben cómo enfrentarse a él algunos médicos lo que hacen es marear la perdiz o decirte que hagas otras cosas. Que si no tiene remedio me parece estupendo pero, ¿no lo tiene? ¿Y si quiero tener un hijo, por ejemplo?