Lo que dice este hombre es una verdad de Perogrullo. Todo el mundo sabe eso, como sabe que vamos a pagar mucho más. Nos van a exprimir al máximo y, cuando estemos exhaustos, vendrán sus ONGs a darnos de comer para que no muramos. Francamente, para eso no nos hace ninguna falta la UE, ni el BCE, ni el euro.
Los crímenes, los cometa quien los cometa, son crímenes, y deben ser cuando menos investigados, ventilados, y si los responsables existen, éstos deben ser juzgados. Cualquier otra cosa es la ley de la selva, y en ella todo está permitido. La cuestión ahora es ver si lo nuestro es un estado de derecho, o la misma selva donde vivían y se mataban nuestros ancestros hace miles de años. La respuesta a la pregunta, en breve, nos la dará el Tribunal Supremo.
Pues francamente, y a riesgo de que me corrais a negativos, he de decir que mis mejores compras en material informático han sido una impresora HP Deskjet 5550 y un escaner Epson Perfection 1660 Photo. Las compré hace... ufff, más de 10 años, y funcionan como el primer día. Eso si, bajo Linux, porque para el escaner no hay drivers de Windows 7, ni falta que me hacen.
#6 No. Si fueran un 20% más bajos que los sueldos alemanes, a la mayoría tendrían que subirnos el sueldo. #60Krugman está a favor de la legalización de las drogas. #99 Los premios Nobel se dan con criterios tan "serios" como los que han permitido dar el de la Paz a Obama o a Kissinger, por poner dos ejemplos. Aplíquese una sencilla regla de tres, y... voilà!
Sin que se me escape la maniobra política en su contra, es una reacción muy ibérica que nunca me hubiera esperado de él. Cualquier ciudadano de a pie que mantenga sus criterios, en cualquier trabajo, se expone a que lo demanden y a cosas peores, como que su jefe le despida sin más porque le rota. Y la mayoría se traga el estrés, y sigue. No veo por qué Garzón iba a ser distinto.
#9 No ibas mal. El jabón en cuestión es utilísimo en las prisiones, porque puede adherirse al tubo de la ducha. De ese modo, no cae al suelo... y ya se sabe lo peligroso que es en la cárcel que eso te pase.
Lamentablemente, cosas así son mucho más habituales de lo que nos pensamos. Figuran en los planes de formación de muchas empresas y, para colmo, son subvencionados con dinero público.