Lo malo de este consejo es que llega un punto en que no es extensible (el punto comienza en el cuarto o quinto piso, en el que la parada se hace irremediablemente más larga).
Son palabras, y como tales se esperaban. Quizás llegan tarde, pero llegan. No obstante son los hechos los que dan sentido a las palabras y por eso hay que esperar, pero no solo de los terroristas, también de nuestros políticos, que en este asunto, el hablar y el actuar parecen no haber sido ni simétricos ni mucho menos coherentes.