#45 al contrario, los contadores individuales son para que cada usuario de calefacción colectiva pague lo que consuma y no una cuota mensual, donde al usuario que pasa calor en casa le da igual abrir la ventana porque se asa de calor "si total pago lo mismo todos los meses". De esta manera ese usuario se instalará en su casa un termostato (ya se está haciendo a la vez que los contadores individuales) para poder controlar la temperatura de su vivienda (el termostato regula si su casa necesita más o menos calefacción, cerrando o abriendo el circuito individual y contabilizando el consumo en el contador de calorías de cada vivienda) y no despilfarrar como se hacía hasta ahora, es decir, abriendo las ventanas.
#12 por supuesto que es más eficiente ¿Acaso no lo es un autobús que transporta a 50 pasajeros que 10 coches que transportan a los mismos viajeros? ¿No consume menos el autobús que los diez coches? ¿No es menor el mantenimiento en un autobús que en 10 coches? En un autobús sólo hace falta un conductor, un 2% de las plazas del vehículo, en un coche el conductor ocupa el 20%... Todo esto ocurre en las calderas centrales. Si el único problema es que unos se congelan y otros se asan, la solución puede pasar por poner termostatos en las viviendas y que en las que sobre calor, se cierre el circuito y se puedan aprovechar las viviendas que reciben poco. Ya se están instalando en algunas comunidades de vecinos gracias a que Europa nos lo exige, que si no de qué íbamos a ser más eficientes.
Gran ejemplo económico y de eficiencia. Se están haciendo barbaridades en las comumidades de vecinos de toda España como quitar la calefacción central y proponerles instalar a cada vivienda una caldera individual "porque así controlan su consumo y pagan menos", lo cual no es cierto ya que como dicen #2 y #3, la gran escala reduce los costes y abarata los precios.
"...nuestros padres y abuelos sí que tenían algo que nosotros no tenemos: miedo real a la guerra nuclear. Es una pena que ya no exista. Porque, además, ahora lo llamaríamos esperanza."
Qué tiempos más fascinantes nos están tocando vivir.
"Pero sin duda la más “chupiguay” de las reacciones pancarteras ha sido la de Pablo Iglesias de PODEMOS que, cual mesías surgido de las aguas, se presentó el pasado día 5 en el Hospital 12 de Octubre junto a varios miembros de la PLAFHC. Iglesias realizó unas declaraciones en las que, mostrando una pericia impropia, logró meterse en una deliciosa contradicción en la que acusaba no solo a los laboratorios farmacéuticos, “que solo buscan forrarse y tener beneficios escandalosos” (algo completamente cierto), sino que también exigió al Gobierno que fuera “patriota, decente y responsable” y “asegure el tratamiento sanitario con los mejores medicamentos disponibles de todas las personas y que no defienda los intereses privados de una multinacional”. Chin-pon. Oye qué bien le ha quedado. Tú repartes a diestro y siniestro, dices que la culpa es de todos y a descansar."
Ruego a algún seguidor razonable de Podemos que me explique este razonamiento de Pablo Iglesias.
El fotógrafo dice: "Si contamos el tiempo de exposición de las sesenta fotos que componen mi parte del libro, son quizá cuatro o cinco segundos de los cuarenta años de la RDA."
No creo que haya querido condensar cuarenta años de la RDA en su obra sino que sumando el tiempo que tuvo el espejo de su cámara bajado sólo captó momentos de la vida cotidiana de un país que ya no existe. Como figura poética me parece muy lograda.