Los tres últimos párrafos dan esperanza. Si es cierto, quizás sea bueno para nosotros y se empiece a crear empleo en Europa, por no hablar de una caída en los precios de las materias primas que su industria ya necesitará comprar.
España no tiene una cultura de series para mantener una superproducción de esas características. En mi entorno, la gente se sienta a ver una serie cuando no hay nada mas que hacer, ni se presta atención a la trama ni a la calidad. Todo lo que busca es un par de chistes fáciles con los que relajarse uno al final del día.