#133 En realidad creo que hablamos de lo mismo: de la necesidad de desvincular el idioma de la política. Lo del 'ibero' es una anécdota; absurda, pero anécdota.
El PP y ERC disparatan, cada uno a su modo, mezclando ambas cosas. El PP recurre a extravagantes argumentos "filológicos" (con todas las comillas del mundo) para justificarse políticamente; ERC en cambio justifica disparates políticos sobre la base de argumentos filológicos.
Por no mencionar pequeños detalles, sin importancia pero irritantes, como que la TV3 insista en informar sobre 'el temps als Països Catalans'; que ya me dirán ustedes que tendrán que ver Àusias March i el Pare Fullana con las isobaras y el anticiclón de las Azores.
Insisto: el problema de origen radica en mezclar política con filología. Si insisten en imaginar el disparate político de una Gran Cataluña basada en el idioma, se encontrarán con el rechazo de muchos y la manipulación de bastantes. Si, en cambio, dejan en paz la política y consiguen descontaminar la lingüística de esas cuestiones irrelevantes, harán un gran favor a la lengua catalana --incluidas todas las variantes dialectales de Les Illes i la Comunitat Valenciana.
Y el castellano de un argentino y el de un señor de Valladolid también son la misma lengua.
Sin embargo, al señor de Valladolid no se le ocurre reivindicar políticamente unos disparatados 'Países Hispánicos', más allá de lo estrictamente lingüístico.
En cambio, a unos cuantos señores de Barcelona y alrededores sí se les ocurre defender esa entelequia absurda de 'Els Països Catalans', tontería que toca las narices a muchos valencianos que, por lo demás, no tendrían ningún problema en asumir la sencilla evidencia filológica de que Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana hablan el mismo y único idioma, si bien con variantes dialectales diferentes.
De las cuestiones filológicas sólo pueden sacarse consecuencias filológicas. Mezclar la política con los idiomas sólo ha servido para sembrar discordias. Algunos lo hacen por cortedad de miras; y la derechona valenciana interesadamente, a sabiendas de que cuanto más pancatalanista se muestre la izquierda, menos probabilidades tiene de obtener una mayoría en la CV que ya va haciendo falta hace mucho.