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El ser humano está perdiendo poco a poco su capacidad intelectual [111]

  1. #84
    No me convence en absoluto dicha afirmación. Un entorno no responsable puede inducir las mismas respuestas físicas, por lo que si ciertos grupos, por ejemplo, las mujeres hace setenta años en España, estaban en desventaja académica con respecto a sus maridos, se podía inducir que su respuesta intelectual era menor, y esto se admitía de forma genética (no hace setenta años, pero imaginándolo ahora).

    ¿Cómo no se va a afirmar lo mismo relacionando con la alta inteligencia?
    Por no hablar de lo que es "desventaja evolutiva". Estar desconectado de los demás es una desventaja, pero estar conectado con gente que está a tu nivel, en el que te sientes identificado, libera a cualquiera de muchos males.

    Lo malo es que para cierto tipo de gente, hay muy pocas personas que puedan explicarles nada, o con las que se pueda identificar. Y eso es jodido, y acaba desequilibrando a cualquiera. La lucha, la indiferencia, la falta de atención, de comprensión, de ayuda, de conexión, el puro desarraigo, la soledad, el malestar por la falta de identificación absoluta, la cruz de ser diferente y percibir diferente, te vuelve loco.

    Ah, y... ¡no está demostrado, narices! Es una correlación, no una causa en sí misma. Es una causa a través del entorno.

    En todo caso, habría que admitir en la ecuación lo que es la creatividad, y lo que se ve liberada con ella, o debido a ella.

    Pero... ¿pa qué más?
  1. ¬¬ qué alegría, maría. ¿Idiocracia? ¿Pero qué es lo que se dice en algunos comentarios tan a la ligera?
    Primero: la inteligencia es algo complicada de definir. ¿Desde donde? La inteligencia yo la he entendido siempre como una adaptación al medio inherente a cualquier organismo, que actúa en dos direcciones: hacia sí mismo, y hacia el entorno, moldeando ambos aspectos, con mayor o menor resultado para esas dos direcciones.

    Segundo: ¿desde cuando se conocen todas las variables para poder establecer una predicción tan exacta? Y no digamos que no centra el foco, sino que generaliza. No me he leído el estudio (cosa de estar en inglés), pero debo decir que aún no se sabe casi nada de las interrelaciones que existen entre medio y genética. Se empieza a entender, y de hecho está madurando con la epigenética, pero aún está en pañales.

    Aseverar tan tajantemente que la evolución se va a dar HACIA ese sentido, es creer conocer lo que va a ocurrir dentro de 2000 años, y para eso se necesitaría una tecnología (ya que la tecnología amplifica la realidad accesible y su conocimiento) que ahora mismo se está desarrollando. No creo que una simulación programada pueda dar ahora respuesta a conocer fenómenos (y tendencias) que se definen como sistemas caóticos, y cuyas predicciones son de máximo una semana, perdiendo a través del tiempo fiabilidad.

    Qué digo... si pienso en una masa de aire caliente, cuando me refiero a lo caótico. Un ser vivo es algo aún más complicado de predecir en conducta y en efectos. Y pensar en tal a nivel de planeta, con miles de ecosistemas acoplados interfiriéndose (uno mismo en sí mismo se puede considerar un ecosistema, se puede consultar a voluntad cualquier artículo acerca del microbioma), no sé, es ir JODIDAMENTE lejos.

    Sin tener en cuenta que la visión que expone no es solo determinista (que debe serlo), sino reduccionista hasta un límite que roza en lo ilógico. Digo, refiriendome al artículo, no al estudio, que no he leído.

    En cuanto a…   » ver todo el comentario

Los sin tele (Opinión) [256]

  1. Mi padre puso una norma en casa: nada de antena de televisión. Así que toda la infancia (hasta los catorce años) la pasé en el campo (ya que viviamos en una casita en las afueras de Madrid), entre documentales de Felix Rodriguez de la Fuente, Nathional Geographic, y pelis que mis padres iban comprando, de todos los estilos. Junto a otros contenidos de audio, música, fotografía, y como mi madre era artista, entre dibujos, museos (el de cera, el prado, el de las ciencias recién construido en Valencia), visitas a diferentes lugares de España (castillos, casas rurales antes de que se pusiesen de moda, enclaves romanos, el mar y Cádiz, la montaña... y lectura. Teníamos una minibiblioteca muy saludable, a la que me acercaba cuando me apetecía a coger una novela, un ensayo, clásicos de la literatura, o lo que en ese momento se me pasase por la cabeza. Recuerdo incluso que había un libro de jeroglíficos egipcios que me empeñé en aprender.

    En casa teníamos un jardín enorme, con perros, e incluso una cama elástica. No teníamos vecinos, y mi hermana y yo nos montábamos todas las historias que queríamos. No había mucho tiempo para aburrirse y echar de menos la televisión.

    En definitiva, hasta los catorce años, y si no hubiese sido porque las niñas del instituto público al que terminamos yendo insistían en esa basura de Operación Triunfo (favor que le pedí a mi tío que me grabase el último episodio del primer programa) para poder hablar de algo con ellas (ya que eso de los libros se las refinflaba a los diez años), habría seguido igual de inocente. De hecho, era muchísimo más inocente que mis compañeros de clase, más cándida, y eso lo aprovechaban.

    Ahora mismo veo la televisión en antena. Me quedo embobada y me pierdo en sus contenidos, solo porque me sigue gustando quizás demasiado todo los contenido audiovisuales, incluso aunque carezcan de sentido.

    Seguramente haré lo mismo con mis hijos. Me he criado al margen de la televisión en mi infancia y adolescencia, y se nota muchísimo esa falta de influencia. La televisión produce alienación. Produce que todo el mundo adquiera el mismo espejo de la realidad, lo maneje y lo enarbole como más aceptable. La televisión como electrodoméstico es un útil más, como hacían mis padres. Un ratito al día, peli de dibujos o de mayores si no te veían, y luego a dar un paseo por el campo, a pintar una roca con temperas de todos los colores que se te ocurren, a hacer una ciudad con cajas de cartón, a construir un sube y baja con tu hermana, tablón y roca, a subirte a la higuera a por los higos maduros, a leer los cuentos completos de Beatrix Potter, o a ayudar a cocinar a mamá un huevo frito.

    Por cierto, la opinión de este señor, es jodidamente aburrida.

La España postladrillo: "No puedes ganar 2.500 euros sin cualificación" [147]

  1. #78 Es buena opción. Después todo capital se puede reinvertir, y los países emergentes tienen esa cosa de que bullen en sus cimientos. Se tiene la duda de si se podría invertir en formación, o en un negocio. La apuesta es complicada, porque aquí hay que escoger: ¿conocimiento o pasta?

    Mi pareja es científico (curriculum extenso, uno de los referentes mundiales en el campo que toca) y en junio se queda en el paro. Sigue trabajando, claro, pero gratis. Muchos proyectos, pero gratis. Así que sigue viviendo en casa de su madre, porque ahorra costas. Eterno estudiante. En españa las cosas se hacen mal y al revés: inviertes años de formación en alguien que genera i+d, y luego generas unas condiciones que le obligan a buscar capital extranjero. No tiene sentido. España pierde cerebros y dinero invertido en años de formación.

    No tiene sentido.
  1. Aunque, desde luego... a una se le sugiere la idea de embarcarse en la prostitución, porque, aún a pesar de las ganas que tiene de hacerse hueco en la ciencia, le dicen que se reducen las becas, aumentan las tasas, no hay salida viable tras haber hecho biología, y que lo que queda pa trabajar es algo que sin invertir años de formación, puede hacer cualquiera, y que va a ganar una miseria por un trabajo que te explota y además, no motiva, pues, pa eso, me hago puta, hago pocas horas, y dedico el resto del tiempo a tocar el violín.

    Anda y que se vayan a tomar vientos por ahí, todo el rato cargandonos las culpas cuando se están embolsando millones a sus bolsillos, y hacen lo que les da la real gana en perjuicio de los demás. Poco cariño les dieron sus madres.
  1. Pero, vamos a ver... ¿es que no se ve el fondo de la noticia? Que los perjudicados somos TODOS los jóvenes. Que uno tenga más o menos cualificación empieza a ser cuestión de dinero, más que de voluntad. Y si falta el dinero, y a uno le toca trabajar diez horas diarias cuidando niños, por 500 euros, le toca a falta de ponerle atención a los estudios. ¿Qué decís a eso?

    Pues que nos toca salir de esta. Yo tengo 22 años, y la verdad, no me ha dado tiempo a participar de la burbuja inmobiliaria. Yo solo he conocido los sueldos por 900 pavos trabajando de lunes a sábado a jornada completa (sin contar horas extras), teniendo título universitario en biología. Las condiciones no las tenemos siempre a mano.

    A moverse, rufianes, y que no os confundan: nosotros lo tenemos jodidamente complicado, pero podemos.
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