En Burgos aún quedan mucha casta de jubilados del franquismo con influencia para mover porras silenciosamente contra el que moleste a la familia, lo único que ya no necesitan hacer agujeros.
Si estos sinvergüenzas buscan hijos de Satanás a los que purificar no creo que tuviesen que excavar demasiado, hay muchos por estos lares, que miren dentro de la familia. Sus acciones los identifican.