Irónicamente (o hipócritamente, no lo tengo claro) nadie se habría llevado las manos a la cabeza por el racismo si en la pregunta hubiesen cambiado "blancos" por "negros"
Hay que reconocer el mérito de esta chica palestina (¿o quizás un poco mestiza? He visto nórdicas menos pálidas) que pese a las adversidades logra estar impecablemente vestida y maquillada para darnos un (sin duda verdadero) relato (para nada sobreactuado) del horror que vive tan de cerca (¿qué son unos miles de kilómetros?) con su iphone de ultima generación...
Ya lo dice el refrán: a lo que vaya a la olla no le metas la polla...