Estos se agarran a lo que sea para intentar hacernos creer en la inocencia del corrupto García Ortiz. Que tal o cual detalle es tan crucial que hace que olvidemos todo lo demás: la mentira sobre la destrucción de pruebas, las comunicaciones con otros fiscales, las prisas sacando a un señor a deshoras de un partido, "nos van a ganar el relato", "ahora eso no importa [si he sido yo]", las maniobras con la prensa sectaria, el uso de correos personales, las declaraciones de los implicados directos.
Las pruebas de su comportamiento indigno son tantas y tan contundentes ya que se trata más bien de determinar hasta cuánta es su responsabilidad legal personal, no si se hizo o no algo ilegal.
Las pruebas de su comportamiento indigno son tantas y tan contundentes ya que se trata más bien de determinar hasta cuánta es su responsabilidad legal personal, no si se hizo o no algo ilegal.