Que considerados estos jueces. Con la de trabajo que tendrán en sus despachos y ellos pendientes de las declaraciones de los políticos aun antes de que sean nombrados, no vaya a ser que alguno vaya a robarnos, engañarnos o a despreciarnos. Voy a dormir mucho más tranquilo, no como antes.
#1 Ojo que con Mònica de vicepresidenta el PSOE puede salir muy trasquilado. A la mujer que supo librarse de la oscuridad informativa que imperaba en el Parlament, dadle 2 minutos al día en los medios y veréis.
(...)
En cualquier pais/nación "real" lo primero que se pensaría, si el himno nacional fuese pitado, sería que existe un problema con el himno -que debe representar a todos- y no que el problema fuesen los que pitan -siempre que se les considere compatriotas e iguales-. Por lo tanto, inmediatamente, se buscaría el consenso en un nuevo himno que los representara a todos.
(...)
#1 No sé si queriendo o sin querer... pero creo que has dado en el clavo.
¿Hasta que punto los que se ofenden por escuchar los pitidos al himno consideran a los que pitan verdaderos compatriotas? Porque los silbidos joden más si vienen de fuera que si vienen de dentro, efectivamente, como tu bien dices.
En cualquier pais/nación "real" lo primero que se pensaría, si el himno nacional fuese pitado, sería que existe un problema con el himno -que debe representar a todos- y no que el problema fuesen los que pitan -siempre que se les considere compatriotas e iguales-. Por lo tanto, inmediatamente, se buscaría el consenso en un nuevo himno que los representara a todos.
Bueno, creo que en España no es exactamente eso lo que sucede y que la deducción lógica es bastante evidente:
Una de dos, o bien en España no existe una democracia real (no todos los ciudadanos disfrutan del mismo grado de libertad para expresarse) o bien España es una nación ficticia ¿falaz? que esconde el sometimiento forzado de determinados territorios.
A mi que Rouco se plante ante el reconocimiento a un sector izquierdista de la Iglesia me parece hasta normal. Lo que realmente me asusta es que no haya obispo en España capaz de contrariarle.
Mientras tanto, la línea más rentable de España (Valencia-Barcelona) no tiene visos de convertirse en Alta Velocidad, no sea que las relaciones entre sus habitantes fueran a ser más fluidas.
Lo peor es gastarse la pasta y después quedarse sin Juegos Olímpicos. Es como aquel equipo de fútbol que metía una goleada el mismo día que su eterno rival ganaba la liga.