Bernarno Atxaga tenía un cuento infantil que va al pelo a la situación. Relato lo que recuerdo.
Había una vez una gallina que tenía cinco pollitos. Cada noche ella daba de cenar a sus hijos y luego se iban a ver una película de Bakarty James, el vaquero más valiente del que nunca se oyó hablar.
Un buen día mamá Gallina tuvo que marchar de viaje. Y como no podía llevarse a sus pollitos le pidió a su hermana que se quedara a cuidarlos.
Así pues, mamá gallina salió de viaje y los pollitos se quedaron con su tía, que ya no les caía demasiado bien.
La primera noche la tía los llamó a cenar, ellos se sentaron muy rápido y entre cucharada y cucharada de grano comentaban la película de Bakary que iban a ver luego. ¡La de hoy les encantaba! De pronto la tía los interrumpió ¿Cómo? ¿Cine? Ah, nono, yo no tengo dinero para eso. Hoy hay cena, mañana, si queréis cine, podéis ir, pero sin cena.
Los pollitos se quedaron muy tristes. Acabaron de cenar y se fueron a la cama, soñando con bakarty y su lazo, y esas escenas tan emocionantes que tantas veces habían visto.
Al día siguiente, a la hora de la cena, la tía les preguntó -Qué queréis, cena o cine?.- -Pero tííía, hoy ponen peli de Bakarty Jameeees.- Contestaron los pollitos. -Nada. Cena o cine.-
A los pollitos no les quedó otra que decidirse por la cena. A regañadientes comieron y a la cama se fueron, con la ceja fruncida y mascullando entre el pico.
Al llegar a la habitación decidieron que eso no iba a quedar así. Se escaparon por la ventana y salieron corriendo al cine. Se colaron pasando entre las faldas de una señora y cogieron asiento en primera fila.
Os podréis figurar cómo se puso la tía gallina al ver que sus sobrinos no estaban. Entró como una fiera en el cine, con el acomodador agarrado de una oreja, linterna en mano, gritándole que buscara a sus sobrinos.
Fue tal el ruido que los espectadores empezaron a quejarse. Pero ¡ay cuando los encontró!. No se habían oído esos gritos en un cine nunca… » ver todo el comentario
Puede que esté mal informado o que me falten datos, pero yo por lo menos me he MOLESTADO en saber que está pasando. Cosa que la mayoría de los que opinan han preferido no hacer.
1.- Los jueces como el señor Garzón solicitan cosas al borde de la legalidad todos los días. Por ejemplo, las escuchas de las que se le acusa en esta ocasión.
2.- Esos mismos jueces tienen un estamento superior que les aprueba o les deniega esas acciones.
3.- En caso de que lo que ha hecho se considere fuera de la legalidad, se anulan los resultados obtenidos y aquí paz y después gloria.
4.- Con las escuchas de las que se le acusa ahora que no son legales hay un debate técnico y incluso la fiscal tiene dudas sobre esa (i)legalidad.
5.- Con Garzón en lugar de seguir el protocolo normal, se le ha imputado por esa acción.
6.- La prensa extrajera flipa con lo sucedido, y no es para menos.
Resultado final: La única persona en un banquillo por los crímenes del franquismo y la corrupción de gurtel, es quien los investiga.
he votado negativo este meneo debido a que la fuente o vía se encuentran en la lista de MIERDA (Medios Informativos Expertos en Repugnantes Deposiciones de Artículos).
Había una vez una gallina que tenía cinco pollitos. Cada noche ella daba de cenar a sus hijos y luego se iban a ver una película de Bakarty James, el vaquero más valiente del que nunca se oyó hablar.
Un buen día mamá Gallina tuvo que marchar de viaje. Y como no podía llevarse a sus pollitos le pidió a su hermana que se quedara a cuidarlos.
Así pues, mamá gallina salió de viaje y los pollitos se quedaron con su tía, que ya no les caía demasiado bien.
La primera noche la tía los llamó a cenar, ellos se sentaron muy rápido y entre cucharada y cucharada de grano comentaban la película de Bakary que iban a ver luego. ¡La de hoy les encantaba! De pronto la tía los interrumpió ¿Cómo? ¿Cine? Ah, nono, yo no tengo dinero para eso. Hoy hay cena, mañana, si queréis cine, podéis ir, pero sin cena.
Los pollitos se quedaron muy tristes. Acabaron de cenar y se fueron a la cama, soñando con bakarty y su lazo, y esas escenas tan emocionantes que tantas veces habían visto.
Al día siguiente, a la hora de la cena, la tía les preguntó -Qué queréis, cena o cine?.- -Pero tííía, hoy ponen peli de Bakarty Jameeees.- Contestaron los pollitos. -Nada. Cena o cine.-
A los pollitos no les quedó otra que decidirse por la cena. A regañadientes comieron y a la cama se fueron, con la ceja fruncida y mascullando entre el pico.
Al llegar a la habitación decidieron que eso no iba a quedar así. Se escaparon por la ventana y salieron corriendo al cine. Se colaron pasando entre las faldas de una señora y cogieron asiento en primera fila.
Os podréis figurar cómo se puso la tía gallina al ver que sus sobrinos no estaban. Entró como una fiera en el cine, con el acomodador agarrado de una oreja, linterna en mano, gritándole que buscara a sus sobrinos.
Fue tal el ruido que los espectadores empezaron a quejarse. Pero ¡ay cuando los encontró!. No se habían oído esos gritos en un cine nunca… » ver todo el comentario