España no ha abandonado el objetivo de disminuir su incidencia hasta los 50 casos por 100.000 habitantes y llegar al nivel de riesgo "bajo", aunque es un indicador que desciende lentamente y que no ha impedido la relajación de la mayor parte de las medidas. La gestión de la pandemia en España ha funcionado por horizontes: la desescalada, la vacunación a los mayores de 60, el fin del estado de alarma o el 70% de la población inmunizada. Pero hay un objetivo que se ha mantenido invariable y ha sido el de reducir la incidencia acumulada hasta...