Daniel Wilkinson, un veterano de 46 años que sobrevivió a dos despliegues en Afganistán, murió de una muerte evitable durante la ola Delta del verano en Texas. Pero a diferencia de miles de sus compañeros tejanos, Wilkinson estaba completamente vacunado y no murió de neumonía por la COVID-19. En cambio, «un cálculo biliar lo eliminó» cuando entró en insuficiencia orgánica multisistémica provocada por una pancreatitis esperando que un hospital pudiera tratarlo. Wilkinson y muchos otros obligados a aplazar su atención médica fueron víctimas...