A esa posibilidad se enfrenta la familia de Carlo Acutis, joven nacido en 1991 que murió de leucemia en 2006 y que ahora de forma oficial, según la Santa Sede, llevó una vida beata y muy digital. Sus días transcurrían como los de cualquiera de nosotros: le gustaba jugar a la Playstation, era fan del Pokémon y la Nutella, sacaba la lengua y practicaba el “air guitar” cuando le filmaban, realizó sus pinitos en la web y hasta creó primitivas páginas web. El “influencer de Dios”, como le llaman ahora algunos de sus admiradores.