Cada ronda de juego empieza con una subasta muy molona en la que cada jugador puja por una de las losetas de dios, que dará derecho a realizar una acción asociada a dicho dios. Cuando superas la puja de un jugador por una loseta, ese jugador debe abandonarla y pujar por otra diferente, pudiendo sobrepujar a su vez a otro jugador y, si eso ocurre, obligándole también a salir de su loseta actual y pujar por otra. La puja acaba cuando todos los jugadores se quedan con una loseta diferente.