La historia se puede resumir en dos palabras: presunta estafa y NFT (Non fungible tokens). Nos encantaría decir que esta es una historia única, pero, por desgracia, nos encontramos cada vez más casos de robos, en el amplio sentido de la palabra, relacionados con el arte digital. Es una de las ramas más potentes de la llamada Web3 y esta moda es también para algunos una condena. En esta nueva historia se mezclan además aspectos que llaman la atención, como que una exactriz porno famosa ha escapado con 1,8 millones de los que compraron sus NFTs.

En algún momento de nuestras vidas, por una u otra circunstancia, nos toca “pringarnos” y tirar de rodillos para pintar nuestra casa. Aunque puede parecer fácil cuando llega el momento de utilizar el rodillo de pintura, podemos tener ciertas dudas hasta que nos ponemos a ello.