Una encuesta llevada a cabo en 2017 por la Royal Society for Public Health entre jóvenes británicos de entre 14 y 24 años concluye que las redes sociales tienen un efecto pernicioso en el bienestar de sus usuarios. Plataformas como Facebook, Snapchat, Twitter o Instagram exacerban la ansiedad y la depresión, les roba sueño, les expone al acoso y multiplica los complejos. Este ilustrativo gráfico señala a Facebook como la red que más nos quita el sueño, mientras Instagram es la que más nos influye negativamente en nuestra imagen corporal.