El estudio, realizado durante dos años y con más de 400 personas de diversa edad e índice corporal, muestra que las personas que comenzaron a usar los wearables de fitness a partir de los seis meses perdieron menos peso que los participantes sin los dispositivos. Según el estudio, los participantes con wearables de fitness perdieron de media la mitad de peso, aunque todos y cada uno de los participantes se encontraron físicamente más saludables al final del experimento