Aunque parecen dos conceptos sinónimos —e incluso, a veces caemos en el error de utilizarlos indistintamente—, lo cierto es que el ciclo de venta y el ciclo de compra no son idénticos. Mientras que el primero hace referencia a la empresa y a sus intentos por atraer a consumidores potenciales, el segundo está ligado a la experiencia del usuario, desde que se percata de que tiene un problema que debe solucionar y hasta que adquiere un producto o servicio que le ayude a solventarlo.