Un nuevo sensor basado en un instrumento musical africano de 3.000 años de antigüedad puede ser utilizado para identificar sustancias, incluido un químico venenoso que a veces se agrega erróneamente a los medicamentos. El sensor mbira, que puede construirse con materiales disponibles o descartados, podría ofrecer a los farmacéuticos y consumidores en el mundo en desarrollo una protección económica contra las drogas falsificadas y adulteradas.
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