La cantante norteamericana empleó el medio tiempo del evento de la NFL para ir repasando sus éxitos más importantes, como Born This Way, Bad Romance, Pokerface, o Telephone. Lo hizo con un espectáculo tan dinámico como caro, ya que ha sido el que más dinero ha costado en la historia de la Super Bowl. Intel y sus 300 drones tienen bastante que decir en esto.