Un trastorno que antes era considerado de especial riesgo para la población joven y adulta, pero que ahora se amplía a la población mayor según nuevos estudios que muestran que también se trata de una población vulnerable. El trastorno del juego se define como una conducta de juego recurrente y persistente en el tiempo que deteriora todas las áreas de la vida del individuo, además de generarle un estrés emocional significativo.