Muchos soñamos con levantar una marca, sea personal o empresarial, que trascienda en el tiempo y se convierta en icónica a nivel mundial, pero eso no es algo que se hace de un día para otro. Una marca debe tener un sustento o un contenido que la respalde, así como también debe tener picardía, chispa, arte, un sonido único y mucho ingenio para hacerla funcionar.