Hablemos de inteligencia artificial, de computación, de videojuegos. Quizá nada de eso sería posible hoy sin las aportaciones de Leonardo Torres Quevedo, a quien se reconoce como el hombre que diseñó el primer ordenador de la historia. Con dos máquinas de escribir y un complejo sistema de poleas, electroimanes y conmutadores, el ingeniero cántabro construyó el aritmómetro electromecánico, un ingenio capaz de realizar cálculos de forma autónoma.