Sandra Torralba se convirtió en una «traficante de pezones». Como acto de subversión empezó a enviar el vídeo íntegro a todo aquel que se lo solicitó. «He debido mandarlo mas de 700 veces ya. El público empezó entonces a liberar sus pezones también». Ella les animó a que lo hicieran bajo la etiqueta
#freethenipple.