A estas alturas, todo aquel músico que pretenda subsistir con la venta de sus canciones tiene que reinventarse de forma constante para llegar no solo a quienes ya le siguen la pista, sino también a todos aquellos que aún no le han escuchado. Permanente actividad en redes sociales, campañas para que el público participe en alguna canción del disco, visitas a todos los programas de radio y televisión habidos y por haber y, por supuesto, un vídeo musical. Nadie quiere alejarse del persuasivo poder de YouTube.