Estos vehículos son un híbrido entre una motocicleta tradicional y un patinete lo que les permite moverse en un limbo legal (al menos a nivel nacional) que hace que, hasta ahora, puedan ser conducidos sin necesidad de seguro, matrícula, casco ni, obviamente, carné de conducir. Su popularidad justamente radica en esta fléxibilidad ya que, si echas un ojo a los diferentes modelos, verás que sus características son muy similares a los de una pequeña moto o ciclomotor, y no solo eso, sino que incluso en velocidad alcanzan a los matriculados.