“Cada semana se nos van ingenieros”, se lamentó recientemente Gerard Piqué, el futbolista del FC Barcelona, comentando en los medios los retos que enfrenta su empresa Kerad Games, una start-up que desarrolla videojuegos. Y el Piqué empresario no está solo en su queja. Los headhunters tienen dificultades para cubrir vacantes de programadores y desarrolladores, señala Josep Grinyó, director de Sapientis.